Macrobiótica

La Macrobiótica no es una medicina empírica de origen popular, ni una medicina mística o seudocientífica y paliativa, sino la puesta en práctica de una concepción dialéctica del Universo (El Principio Único) que muestra la vía de la libertad total por la salud. 

La Macrobiótica no es una medicina empírica de origen popular, ni una medicina mística o seudocientífica y paliativa, sino la puesta en práctica de una concepción dialéctica del Universo (El Principio Único) que muestra la vía de la libertad total por la salud. Es el arte de combinar los alimentos en base a su valor químico-biológico con lo que conseguiros un equilibrio que nos lleve una magnífica salud.   

Es el medio de desarrollar la inteligencia o el razonamiento hasta comprender y darse cuenta de que uno ha nacido en el medio mismo de la felicidad eterna. 

Si el ser humano no es feliz, quiere decir que ha violado en forma consciente o no, la Ley de la naturaleza, el orden de universo. Esto nos lleva a decir que enfermedad o infelicidad son señales de alarma, advertencias prácticas, generosas destinadas a mostrarnos los errores cometidos y a reconducirnos en la buena dirección. 

Frente a la enfermedad y la infelicidad, la mentalidad moderna se muestra hostil, se contrae, siente angustia, busca destruirla por la fuerza y la violencia de los tratamientos iatrogénicos, sin embargo, la Macrobiótica se somete, reflexiona y se pregunta qué errores se han cometido. Para ella la causa se encuentra en el comportamiento, sabe que toda infelicidad y toda felicidad son consecuencia nuestras acciones, y que nuestras acciones están guiadas por nuestra comprensión y nuestro razonamiento. 

La Macrobiótica es, por tanto, una medicina educativa y filosófica más que curativa. Nos enseña a tomar la responsabilidad de nuestros propios actos y decisiones, de la elección de nuestros alimentos y a conocer las consecuencias y resultados de ambos. 

Cada individuo es el creador de su enfermedad y al mismo tiempo su víctima.

Continuará...